Juegos privativos con DRM en GNU/Linux: ¿Para bien o para mal?
por Richard StallmanValve, una conocida empresa que distribuye videojuegos para ordenador —privativos y con gestión digital de restricciones (DRM)— ha anunciado recientemente que distribuirá estos juegos para GNU/Linux. ¿Qué efectos positivos y negativos puede tener esto?
Supongo que la disponibilidad para el sistema GNU/Linux de programas muy populares que no son libres puede impulsar la adopción del sistema. Sin embargo, el objetivo de GNU va más allá del «éxito»; su propósito es proporcionar libertad a los usuarios. Por lo tanto, la cuestión más amplia es preguntarse de qué manera este desarrollo afecta la libertad de los usuarios.
El problema con estos juegos no es que sean comerciales, (no vemos nada malo en eso), ni que los desarrolladores vendan copias, cosa que tampoco está mal. El problema es que los juegos contienen software que no es libre (libre en el sentido de libertad, naturalmente) [1].
Los videojuegos que no son libres (así como otros programas que no son libres) no son éticos porque niegan la libertad a los usuarios (el tema de las ilustraciones y los sonidos de los juegos es diferente, porque eso no es software). Lo que está claro es que si desea tener libertad, un requisito para lograrla es no tener ni ejecutar en su ordenador programas que no sean libres.
No obstante, si va a hacer uso de estos juegos, es mucho mejor que lo haga en GNU/Linux y no en Microsoft Windows. Así al menos evitará el daño que Windows causaría a su libertad.
Así, en términos prácticos directos, este procedimiento puede hacer tanto daño como bien. Por un lado, podría inducir a los usuarios de GNU/Linux a instalar estos juegos; por otro lado, podría animar a los usuarios de los juegos a reemplazar Windows por GNU/Linux. Presumo que el efecto positivo directo sería mayor que el daño directo. Pero también hay un efecto indirecto: ¿Qué le enseña a las personas de nuestra comunidad el uso de estos videojuegos?
Cualquier distribución GNU/Linux que ofrezca software para instalar estos juegos enseñará a los usuarios que la libertad no es lo más importante. Las distribuciones GNU/Linux que incluyen software privativo ya actúan en contra del objetivo de la libertad. Añadir estos juegos a una distro aumentaría ese efecto.
El software libre es una cuestión de libertad, no de precio. Un juego libre no necesariamente tiene que ser gratuito. Es posible desarrollar juegos libres comercialmente, respetando al mismo tiempo la libertad de modificar el software que se utiliza. Dado que las ilustraciones y los sonidos que forman parte del juego no son software, desde un punto de vista ético no es imperativo que estos sean libres, aunque si lo son, constituyen una contribución adicional. De hecho, hay videojuegos libres desarrollados por empresas, del mismo modo que hay juegos libres que no son comerciales desarrollados por voluntarios. El desarrollo mediante financiación colectiva se tornará cada vez más fácil.
Pero, ¿qué pasaría si diéramos por sentado que en la situación actual no es factible desarrollar un cierto tipo de videojuegos libres? Escribirlos como software privativo no aporta nada de bueno. Para tener libertad en el uso del ordenador, es necesario rechazar el software que no es libre, así de simple. Usted, como amante de la libertad, no usaría un videojuego privativo aun si existiera; de manera que si no existe, no perderá nada.
Si lo que usted quiere es fomentar la causa de la libertad en computación, para apoyar nuestra causa por favor tenga cuidado de no hablar sobre la disponibilidad de dichos juegos para GNU/Linux. En su lugar usted podría hablar acerca de la wiki de juegos libres, que se encarga de catalogar juegos libres, del foro de desarrolladores de juegos libres y del Grupo de Jugadores de LibrePlanet noche de juego libre.
Nota
Esté alerta ante los «datos de juegos privativos» que en realidad contienen software.